sábado, 21 de febrero de 2009

De vuelta...

Uff, cómo pasa el tiempo.

Hace un montón de meses que me sumí en un bache de desgana con respecto al tiro con arco. Pero la vuelta de la competición me hace renacer de mi apatía y volver a difrutar de mi afición.

Lo primero, reforzar el brazo de arco. Osea, pesa de medio kilo en la muñeca y a tirar flechas. Todas las que pueda, que son más bien poquitas - no paso de 80 flechas sin temblar de pies a cabeza -.

Segundo, probar nuevas palas de foam, que las mías de madera-carbono me están dando 41 libras y son duras como piedras. Justo me deja unas W&W de 70" - demasiado largas para mi apertura - y se nota la diferencia una barbaridad. Pero Ana, y un regalo inesperado de cuatro ruedas, me lleva gustoso a aparcar el cambio de palas - y de flechas - hasta que los Mexicanos me devuelvan el dinero robado.

Tercero, dar mi brazo a torcer - mira que soy cabezón - y olvidarme de las plumas de escudo, que las pego mal y se me caen todas, y volverme a mis spin-wing de color amarillo que tantas alegrías me han dado.

Cuarto, corregir el botón. Raul me ha dado una nueva forma de entender la reacción de la flecha y es: "Si se acerca al botón es flexible, si se aleja es rígida". Con este sistema me olvido de si soy zurdo o diestro o si se vá a derechas o a izquierdas. En resúmen, tenía las flechas flexibles una barbaridad. Y ahora, con el Beiter a poco más de 20 milimetros de marca, me van bien las desnudas pero tengo que pensarme si poner un botón más duro.

Por último, por ahora, Alfredo - que deja la presidencia - me avisó que estaba adelantando un poquito la cadera (para abrir las malditas 41 libras con mis brazos de trapo) y yo me dí cuenta que estaba anclando mal la mano de suelta en la mandíbula y se me iban a la derecha.

Corrijo todo y estoy, de nuevo, en el nivel de cuando me fuí. Es decir 4 amarillos seguros a 30. Ya veremos que pasa a 50 hoy.

No hay comentarios: